Siempre he sido amante del arte y en especial del teatro. Todo lo que sucede sobre las tablas del mismo tiene una magía especial.
Hoy estaba volviendo a releer la obra de "Mariana Pineda" de uno de nuestros grandes poetas, asesinado hace 72 años, Federico Garcia Lorca. Inmediatamente, en mi cabeza volvieron a sonar los acordes y el zapateado de esa misma obra que interpretara como sólo ella sabe Sara Baras.
Hoy cuando vuelve a hablarse de su muerte y de las fosas comunes donde están muchos inocentes, voy a tomarme la libertad de dirigirle unas palabras a tan insigne poeta:
Federico,apenas tenías 38 años, cuando sin juicio previo ni capacidad para defenderte, por no cometer ningún crimen, deciden asesinarte. No has sido el único, pero sí uno de nuestros mejores embajadores, a pesar que la dictadura quería acabar contigo.
¡Que equivocados están los que piensan que matando pueden acabar con la voz de los que luchan por la libertad!.
Naciste en una España homófoba, que no dejaba ningún resquicio a los que luchaban por los derechos de los desfavorecidos ni tampoco a los libre pensadores, como tú.
Nuestra sociedad ha cambiado bastante. Aunque en ocasiones, si pudieras verla, te darías cuenta que aún quedan resquicios de una ciega intransigencia que no se respeta nada más que a ella misma.
No pretendía ser dura, sólo quería recordarte. Porque la memoría histórica de un pueblo es importante para que determinados errores no se vuelvan a cometer.
Escribiendo estas lineas y a pesar de ver varias obras de teatro tuyas, recuerdo la escena en que Mariana Pineda cosía la bandera republicana mientras esperaba que llegase su amor.Ambos, fuisteís engañados por un amor nunca os correspondió y ambos luchasteís por vuestras ideas a sabiendas que eso os llevaría a una muerte segura.
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