jueves, 8 de diciembre de 2011

Los toros desde la barrera

Las últimas elecciones generales han hecho que el PSOE pase a ver los toros desde la barrera. No ha sido nada nuevo ni sorprendente. El resultado era esperado. Ahora llega el momento de "afilar cuchillos" para algunos en base al número de escaños obtenidos. Otros pensamos que es el momento de ser justos, que aparezca la autocrítica pero siempre de forma constructiva, ya que de otra manera no serviría para nada. En todas las facetas de la vida cuando se toca fondo solo queda volver a construirse y crecer con cimientos fuertes. Esta situación no debería ser muy diferente de lo que ha de ocurrirle al PSOE. Obviando la situación mundial a la que nos ha llevado la crisis, una de las razones por la que los ciudadanos acusaron al gobierno bajo los subterfugios nada limpios de los que antes eran oposición, toca analizar los fallos de una organización centenaria. La endogamia vista por alguno de nosotros desde hace tiempo es uno de los principales factores que alejan al PSOE de la realidad ciudadana, del dia a dia de las personas que intentan construir un futuro. En los pequeños comercios, en las oficinas, en los bares, en la calle están las respuestas que no se encuentran en los despachos. Estas últimas suponen, en la mayoria de los casos, alejarse de una realidad que te puede arrinconar. Es hora de entender que la sociedad es dinámica y cambia sin solución de continuidad. Adaptar el discurso a los nuevos momentos, necesidades y avances de la misma es la única forma de volver a resurgir de unas cenizas que ahora algunos aprovecha para encender un fuego quien sabe si incendiario aunque en mi modesta opinión creo que no. Se hace necesario entender que la gran mayoria de los ciudadanos y ciudadanas de este país son trabajadores pero se impone tambien acercar el discurso a los diferentes estratos de la sociedad de una forma clara y comprometida. Escuchar es una gran virtud muy poco utilizada en el dia a dia y fundamental en los políticos. Ahora llega el momento de ponerlo en práctica, aunque obviamente no puedo ocultar que me hubiese encantado poder haberlo visto hace más tiempo. Quizás llega el momento de tener al lado los profesionales más válidos en cada sector aprendiendo de sus experiencias y vivencias, entender que ser político es dedicarse al servicio público, de todos los ciudadanos. Poder tener libertad para expresar las opiniones confrontando con madurez e inteligencia los diferentes puntos de vista. La transparencia sin cortapisas ha de implantarse como un mecanismo de debate de ideas y propuestas. Para llevar a cabo todo este cambio de una forma real se impone observar y escuchar, pensar y opinar. ¿Alguien ve otro camino de crecer o mejor dicho de renacer?, yo desde luego no.

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