lunes, 21 de mayo de 2012

Cascos hasta ahora, Wert hasta quien sabe cuando y la enseñanza pública

Por mucho que algunos se empeñen es innegable que Cascos ha supuesto un daño irreparable para nuestro Principado. El egocéntrico Presidente junto con su partido político, Foro Asturias, anunciaron trabajar a tres turnos para sacar nuestra Comunidad Autónoma adelante.¡Cuan lejos de la realidad! El que desde hace casi un año se convirtió sin género de dudas en Atila Cascos por su amplia capacidad para destruir, por fin a dejado de hacerlo, no sin antes regar el día a día de los ciudadanos de realidades caóticas, máxime con una situación complicada que alimentan cada día sus homónimos de la derecha española, el Partido Popular, con Mariano Rajoy a la cabeza. Hoy toca una corta referencia a uno de los pilares de cualquier país que quiere prosperar y tener un futuro, la educación. Partiendo de la igualdad de oportunidades para todos los ciudadanos de este singular país, tal y como dice la Constitución Española, y mi ferviente defensa de unos servicios públicos de calidad, la enseñanza pública en Asturias ha sufrido mucho con las políticas de la Consejera de Educación puesta en el cargo por el ýa no presidente Álvarez Cascos: ayudas a los libros paradas, recortes en profesores y un aumento de ratio para el curso que viene eran objetivos de estos defensores a ultranza de la enseñanza privada y concertada. Pero siendo justos, este dudoso mérito no hay que atribuírselo únicamente a las "no" políticas de Foro. En este sentido, el nuevo Ministro de una parte del sistema educativo, y digo una parte porque la enseñanza pública no parece ser una de sus prioridades, demuestra que hay prioridades y entre ellas no están la igualdad de oportunidades ni de formación ni mucho menos de desarrollo de los más jóvenes. Este nuevo ahorro en profesores, medios y becas que sufrirán los distintos grados de la educación pública en España nos van a llevar indefectiblemente a la segregación de la población, ya no se valoraran las capacidades de los alumnos sino la capacidad económica de sus familias. Aunque a mi no me ha tocado vivir esos tiempos que parecían tan pasados y ya no tan lejanos, como queda demostrado gracias a las políticas de la derecha española, ahora me tocará revivirlos con mis hijos. ¿Para llegar a este punto han luchado tanto nuestros antecesores?. No pienso conformarme.Quizás sea mi sangre asturiana, esa que entre bromas yo digo "dinamitera", por la que corren referencias a esos mineros que tanto pelearon por nuestro futuro, la que me hace ponerme del lado de mis hijos, de su futuro y de tantos profesores que se encargan de luchar porque nuestros hijos tengan las mismas oportunidades que el resto. Nunca conseguiremos crecer como país si despreciamos la juventud, si les negamos la posibilidad de tener una formación de calidad sin mirar la cuenta corriente de sus familias. Tod@s los niñ@s y jóvenes tienen derecho a ser, a pensar, a formarse, a poder elaborar un futuro a través de sus estudios. Y ahora más que nunca es la hora de las familias, nosotros tenemos que decir BASTA YA, no queremos este futuro para nuestros hijos. Ni la herencia de Cascos ni el señor Wert callaran mi voz y espero que la próxima vez que la izquierda recupere el poder sea valiente y por primera vez desaparezcan los colegios concertados. La enseñanza ha de ser pública o privada, pero el Gobierno tiene el deber y la obligación de destinar todos sus esfuerzos y recursos hacia la educación pública.